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Baloncesto

Por Sebastián Casadidio

 

En la universidad de Oklahoma, será narrada una gran historia, que nos dejarán buenas enseñanzas, no se trata solo de un juego, sino también de ejercer una buena enseñanza por medio de una disciplina  y a través de algunos métodos muy bien utilizados. Con mucho temperamento, este profesor y entrenador, comenzó poco a poco a inculcar castigos por el medio de ejercicios físicos, repeticiones varias y alzando mucho la vos. Esto empezó a darle muy buenos resultados, no sólo en el baloncesto, sino también en las materias cursadas en la universidad.

Desde el comienzo hasta el final, se vieron marcadas diferencias en el progreso de cada  basquetbolista-alumno; y estos se lo hicieron saber en una carta de despedida de año, en donde estos alumnos de quinto año, osea los graduados, que además ganaron la competencia, se graduaron todos con buenas, muy buenas, y excelentes en algunos casos.

Esto deja en claro, que fue todo un proceso de cambio y en este se trabajó muy duro y de muy buena manera; osea que todos podemos lograr lo que nos proponemos, es cuestión de planteárselo.

John Stiwuatts, este sabio y astuto profesor, procuró conseguir primero aprender junto a estos adolescentes, incluirse en este juego, no sólo el baloncesto, sino que también se introdujo para que tengan una buena educación y que el día de mañana sean gente de bien, y apliquen todo lo que aprendieron.

Al fin de año, los alumnos le hicieron un reconocimiento, y alzaron la copa de campeones, del torneo de básquet regional entre distintas universidades.

Este gran educador, se ganó el afecto primero de sus dirigidos y luego de todos. Realmente fue cosa seria el equipo formado, y esto dejo una marca imborrable.

Los alumnos/deportistas siguieron practicando este juego, hasta algunos se hicieron profesionales y hasta el día de hoy, siguen en las ligas mayores.

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