El zorro cayó desde muy alto, púes venia de una gran comida en el cielo y se desparramó en el suelo del jardín, había comido unas frutas riquísimas, allá en el cielo, sus semillas, hicieron crecer unos árboles de raíces muy fuertes.

Tenemos que adorar que estamos vivos, y poco a poco aprenderemos a amarnos, pero de verdad.

Sin aferrarnos a nada, y saber que somos la nada misma,

Viajar a nuevos mundos, contigo luchando y lidiando contra los que lo merecen y recompensando a otros.

Cupido está siempre, en todos lados, a veces se nos presenta, así como si nada, otras veces nos hace esperar afuera con relámpagos, truenos y tormentas.

A veces, podemos, porque todo se puede lograr, pero tratando siempre de mantener la calma, para actuar en el momento exacto. Una vez que ambos, nos convenzamos de que somos gente honrada, y desinteresada, caminaremos contra todas las tormentas que se nos juntamos presente, todo tiene solución.

Cómo intentar convencer al de al lado, qué desearíamos vivir de forma casi cavernícola, aunque sea un poquito, y lo máximo que se pueda.

El combate, no se trata solo de golpear físicamente, qué en situaciones extremas debemos hacer eso, sino de convencer al de al lado, que no vamos a hacerle ningún daño.

Solo hay que reinventarnos, cada amanecer, para tratar de poder vivir lo más pacíficamente posible, y de buscar la manera de tomar un poco relajación y guiado por cada uno a encontrar lugar y forma de ser felices primero pensando en nosotros como parejas y luego un poco en el resto.

La naturaleza, lo es todo, ojalá pudiéramos vivir solo con ella, en un campo de flores, detrás de una cascada. Y perseguir el sueño anhelado es lo que importa. Y contarnos historias de magia y hablar de cosas que nos llamen la atención o solo vivir felices como se pueda.

Final. La magia existe, debemos encontrar el modo, para utilizarla bien, y para lo que sea necesario, para lo que en verdad importa para las personas, saber vivir y tratar de llevarnos más o menos bien con el que tenemos al lado.